Es justo decir que España llegó tarde a la mesa a la hora de reconocer las superpotencias mundiales de la alimentación. Mientras que Italia y Francia han pasado años en el candelero, España estaba esperando su momento. En los últimos años, sin embargo, la gente ha venido a celebrar los extraordinarios sabores y la variedad de productos que la cocina tiene para ofrecer.
Chefs de la talla de Ferran Adria, autor intelectual del ya cerrado restaurante El Bulli, y los hermanos Roca, fundadores de El Celler de Can Roca, han hecho que la alta cocina española sea aclamada internacionalmente. Pero el corazón de la cocina española permanece en su naturaleza rústica y casera, un legado de una época en la que los españoles tenían que trabajar la tierra por todo lo que ofrecía. Las comidas españolas son muy sabrosas.
Paella Valenciana
La paella es quizás el plato español más famoso de todos, y ciertamente uno de los más abusados. La auténtica paella es originaria de la región de Valencia y se presenta en dos variedades: Paella Valenciana, con conejo y pollo; y paella de mariscos. El azafrán da al arroz su color, y la base debe dejarse crujir en una deliciosa corteza negra, llamada socarrat. Siempre se come a la hora del almuerzo.
Patatas bravas
El guía gastronómico y gastronómico Diego Gil nos lleva en un viaje para conocer la influencia de los moros en la comida española.
Entre los platos pequeños que componen un menú clásico de tapas, las patatas bravas reciben su nombre por su salsa picante, poco común en una tierra que generalmente evita la comida fogosa.
Las papas son cortadas en cubos y fritas y servidas de la misma manera en todas partes. La salsa puede venir de muchas maneras, desde ketchup picante hasta mayonesa de ajo con un poco de pimiento (pimentón ahumado), o ambas. Una teoría sostiene que cuanto más sucia sea la barra, mejor será la brava.
«Las tapas tienen su origen en el sur de España y son una adaptación a la cultura social de comer y beber fuera del hogar, y cumplen la misma función social que el bar inglés y otras instituciones similares», explica Shawn Hennessey, que dirige los tours de tapas de Sevilla.
«Es importante destacar que el tapeo no es principalmente una’cultura de la bebida’, sino que está orientado a amigos y familiares con un ambiente comunitario. «La intoxicación y el alboroto son raros. Los factores clave son el compartir socialmente los alimentos y la oportunidad de probar muchas cosas diferentes en una sola comida. En resumen, las tapas son una forma de vida».
Gazpacho
¿Es la sopa fría más famosa del mundo? Esta sopa andaluza a base de tomate es más famosa por ser servida fría. Esto puede ser una gran sorpresa para aquellos que no se lo esperan, pero en el calor abrasador de un verano sevillano, la atracción se hace evidente. Sus principales ingredientes, además del tomate, son el pimiento, el ajo, el pan y mucho aceite de oliva.
Pimientos de Padrón
Un plato común en los menús de tapas, los pimientos de Padrón son pimientos verdes que provienen del pueblo de ese nombre en Galicia, en el exuberante y lluvioso noroeste de España. Los Pimientos de Padrón se fríen y se sirven con un espolvoreado profundo de sal. Aunque generalmente son dulces y suaves, su fama se debe al hecho de que la pimienta ocasional será muy picante, lo que le da a la ruleta rusa un elemento de sorpresa al comerlos.